Denuncia al vecino

Muchas comunidades tienen ese típico vecino desagradable que hace la vida imposible a los demás, que ensucia el portal y nunca limpia, que no paga las derramas, que nunca acude a las juntas vecinales, que riega las plantas y moja a todo el mundo, que se le escapa lejía y arruina la ropa colgada del vecino de abajo. Vamos, el típico vecino que todos tenemos.

¿Es posible denunciar al vecino?

Mucha gente cree que para denunciar al vecino, lo primero es hacer una junta y juntarse entre todos para poder denunciarlo. Esto no es así, de hecho, basta con ir a la policía o al juzgado y aplicar allí la denuncia, siempre que el vecino sea sospechoso de haber cometido un delito. El problema está en que es difícil demostrar que las malas actitudes son hechas a propósito o simples descuidos.

Se recomienda antes de denunciarle hacerse un seguro de defensa jurídica, ya que tras el juicio, si la resolución no sale a tu favor, debes hacerte cargo de los gastos judiciales. Por unos 130 euros al año te pueden informar y hacer todas las gestiones por ti. Si el vecino tiene todos los permisos en regla y no hay justificación ninguna, resultará muy difícil poder echarle de la comunidad.

Por otro lado, la justicia también defiende la inocencia de las personas, no se pueden tomar medidas judiciales sin aportar pruebas. Ante todo, la honestidad es la que vale, y si en tu comunidad existe un vecino que hace la vida imposible a los demás, necesitarás alguna prueba que le inculpe, de lo contrario, no se puede hacer nada.

Puedes escuchar ruidos y pensar que el vecino esta haciendo algún tipo de reforma o de obras y por ello molesta a los demás, pero no resulta tan fácil saber si es legal o no lo que hace. No podemos saber si el vecino tiene o no un permiso de obra, por lo que no conviene arriesgarnos a denunciarle sin antes saber si la actividad de dicho vecino es legal o no.

También destaca que muchas denuncias de vecinos se deben por la envidia, ya que muchos de los vecinos denunciados suelen ser aquellos que mejor vive, que tienen el ático, que tienen un coche de lujo, y que por tanto, ante cualquier cosa que caiga al suelo, el culpable, siempre es el vecino del ático.

Las modificaciones en la fachada requieren el consentimiento de la comunidad, ya que puede romper la estética del edificio y dañar la imagen del resto de propietarios. Eso incluye cambiar las ventas, el color de las cortinas, las persianas…etc. Estas normas a veces vienen impuestas desde el ayuntamiento.

Para una obra dentro de casa, podemos solicitar al vecino que nos muestre el permiso de obra, ya que puede estar modificando alguna viga esencial para la estructura del edificio y afectar al resto de la comunidad. Si se niega a mostrarnos el permiso, podemos acudir al ayuntamiento donde nos informarán si dicho vecino está en regla o no. En caso de no estarlo, ya podemos ir al juzgado o a la comisaría de policía a emitir nuestra denuncia. Lo malo es tampoco nos van a hacer mucho caso ya que no se puede demostrar que esta persona esté haciendo ninguna modificación. Sería necesario una orden judicial para entrar en su vivienda, y por un delito tan simple como una obra sin permiso, los jueces no se suelen molestar.

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